Textiles ecológicos-S8N3
Varios tejidos encima unos de otros
La industria textil mueve alrededor de 2,5 billones de euros anuales y es uno de los sectores económicos más globalizados. En sus largas cadenas de producción y distribución utiliza una gran cantidad de energía, recursos naturales y productos químicos, y genera una proporción muy importante de los gases de efecto invernadero y contaminantes ambientales.
En este contexto, los tejidos ecológicos son un pilar fundamental del movimiento de la moda sostenible o moda eco, imprescindible a su vez para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible marcados por los diversos acuerdos internacionales, incluyendo los objetivos
¿De qué están hechos los tejidos convencionales?
La ropa, tanto personal como de hogar, se fabrica con una amplia variedad de fibras textiles que pueden tener un origen natural, sintético o semi-sintético:
Fibras sintéticas
Las fibras sintéticas copan el 60% del mercado mundial, muchas de ellas fabricadas a partir de subproductos del petróleo, destacando el poliéster que se fabrica con PET (tereftalato de polietileno).
Fibras naturales
Entre las fibras naturales de origen vegetal destaca el algodón, que abarca hasta el 25% del consumo global de tejidos textiles. Otras fibras vegetales, como el lino y el cáñamo, suman en su conjunto hasta el 5%.
De las fibras naturales de origen animal, la más utilizada es la lana, con una cuota de mercado del 1%, seguida de la seda.
Fibras semi-sintéticas
También se utilizan fibras semi-sintéticas basadas en materiales de origen natural, como el rayón, que se fabrica a partir de celulosa extraída de madera y cuyo consumo supone alrededor del 6% del total.
Fibras naturales
Entre las fibras naturales de origen vegetal destaca el algodón, que abarca hasta el 25% del consumo global de tejidos textiles. Otras fibras vegetales, como el lino y el cáñamo, suman en su conjunto hasta el 5%.
De las fibras naturales de origen animal, la más utilizada es la lana, con una cuota de mercado del 1%, seguida de la seda.
Fibras semi-sintéticas
También se utilizan fibras semi-sintéticas basadas en materiales de origen natural, como el rayón, que se fabrica a partir de celulosa extraída de madera y cuyo consumo supone alrededor del 6% del total.
Procesado y tratamiento químico de los tejidos
Además de las fibras, todo tejido o producto textil es sometido a algún tipo de procesado y tratamiento químico. El blanqueado y el teñido son los más habituales, junto a los mordientes para fijar los tintes, el preencongido del algodón, el superwash de la lana, protección UV, retardantes de fuego, repelentes de insectos, tratamientos antibacterias, y así un largo etcétera de tecnología textil cada vez más sofisticada.
Entre las sustancias más habituales que se mantienen en la ropa cuando llega al consumidor encontramos el benzotiazol, el benzotriazol, la quinolina y numerosos derivados, que muestran acción irritante y provocan reacciones alérgicas en personas sensibles (3), además de poder ser absorbidos a través de la piel (4).
Impacto ecológico de la industria textil
La industria textil genera una parte considerable de la contaminación ambiental derivada de la actividad humana y consume una gran cantidad de recursos naturales.
Para hacerse una idea, la Convención sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas estima que la huella de carbono de la industria textil (medida en equivalentes de CO2 emitido) supone alrededor del 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (5).
Según aparece en la revista Nature Climate Change (6), esta cantidad de emisiones supera al tráfico aéreo y marítimo combinado. Una de las razones es que la producción de fibras, tejidos y textiles se concentra mayoritariamente en países con fuerte dependencia de plantas de carbón como fuente energética, como China o India, lo que se suma a las largas cadenas de distribución.
Además, las opciones tan limitadas de reciclado de tejidos hacen que aproximadamente el 85% de la ropa termine en vertederos o en incineradoras de basura. El reciclado es mínimo en este sector.
Y por si fuera poco, el rápido crecimiento del consumo y producción de textiles pronostica un crecimiento de las emisiones superior al 60% para el año 2030. A este ritmo, para el 2050 la industria textil podría ser responsable del 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Fuente: Juan Padial
https://www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/salud-social/tejidos-ecologicos/
Comentarios
Publicar un comentario