El Poliéster y sus daños -S2N4
Una realidad cuanto menos inquietante si pensamos que hoy en día la gran mayoría de prendas que vestimos contienen en mayor o menor medida poliéster. Un material que se ha usado ampliamente desde el siglo XX formando parte de nuestras vidas más de lo que nos imaginamos y del que realmente conocemos bien poco. Hoy nos disponemos a investigar un poco más allá, para esclarecer qué es realmente el poliéster y cuáles son las consecuencias de su uso diario
El poliéster y sus implicaciones
El poliéster, descubierto en 1914, es una resina plástica subproducto del petróleo. La variante más conocida del poliéster es el PET que es el resultado de polimerizar componentes para obtener fibras y crear telas, muchas de las que se conocen hoy en día. Entre las propiedades del poliéster como textil están: ligereza, coste económico, elasticidad, resistencia a la decoloración, de secado rápido y sin arrugas además que combina fácilmente con otros textiles. También posee sus desventajas entre ellas que es una tela con poca ventilación para la piel (provocando sudor), dañina para la piel delicada (debido a los químicos utilizados) y por supuesto, sus residuos son dañinos para el medio ambiente según la marca sostenible Siizu y otros estudios publicados.
Una gran parte de textiles en la actualidad son fabricados en China que es el mayor productor y el mayor comprador de algodón en todo el mundo, según la revista Quartz. El país asiático además es uno de los mayores productores de textiles artificiales que van ganando la batalla al algodón debido a la escasez de este último en el mercado mundial. Debido a ello la mayor parte de compañías y marcas optan por el poliéster que además compran en grandes cantidades anticipándose a cada temporada.
Las alternativas
Frente a esta situación poco alentadora, sí que es cierto que desde hace unos años ha ido tomando fuerza cada vez más un movimiento de moda sostenible a nivel mundial que reclama una forma de producir textiles que sea responsable no solo medioambientalmente hablando sino también a nivel social, teniendo en cuenta la salud de las personas.
Esta filosofía sostenible ligada a la industria textil se rige pues bajo ciertos principios como por ejemplo el uso algodón orgánico (libre de pesticidas y colorantes sintéticos); evitar el uso de materiales anti arrugas, anti bacteriales, anti encogido, anti olor y anti manchas ya que poseen químicos cuyos efectos en humanos no se han estudiado; que ayuden al desarrollo de los y las artesanos y emprendedores locales y sobre todo, evitar el poliéster y el nylon que desde muchos aspectos contribuyen al calentamiento global, entre otros efectos que ya hemos visto.
Por suerte, aunque a paso lento, cada vez más existen marcas que trabajan hacia esta dirección de sostenibilidad y responsabilidad eliminando materias primas tóxicas como el poliéster de sus producciones. Entre las marcas más internacionales y distinguidas por esta labor se encuentra Stella McCartney que ha ayudado a desarrollar nuevos métodos de reciclaje y fabricación de textiles y otras materias primas. En este sentido, poco a poco estos últimos años se han trabajado novedosos y auténticos materiales que sustituyen cueros, seda y otros tejidos. Por ejemplo, MycoWorks usa hongos para crear cueros, lo mismo que Ananas Anam pero usando piñas; Orange Fiber usa residuos de naranja - que ya ha usado Ferragamo- y Spiber Inc. que usa proteínas de tela de araña para crear ropa sport. Las colaboraciones entre estas empresas innovadoras y las marcas reconocidas de moda a nivel mundial aumentan día a día. Un nuevo panorama se visualiza.
Podemos concluir, que conforme el tiempo va pasando, más marcas sostenibles van surgiendo y con ellas nuevas formas de evitar el uso de poliéster y otros textiles artificiales. Más congresos internacionales hacen alianzas, crean proyectos, e innovan con nuevos materiales para reducir aunque sea un porcentaje de la contaminación causada por más de un siglo. Y poco a poco más personas van comprendiendo lo dañino que puede ser en la actualidad y para las futuras generaciones un consumo y producción de moda como la actual y eso sí que será lo que genere el cambio significativo en un futuro próximo.
Fuente: Alicia Carrascos Rozas
Tóxicos textiles: El poliéster en la moda y sus efectos (fashionunited.es)
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